miércoles, 11 de abril de 2012

Veteranos al rescate del Estu




El Estudiantes vive la que tal vez sea la temporada más complicada de su historia. Este año ven el abismo del descenso más cerca que nunca. A falta de unas pocas jornadas han decidido apostar por un veterano para que les ayude a eludir el descenso.

El elegido ha sido Louis Bullock. Todo un veterano, 35 primaveras le contemplan, que vivió los mejores momentos de su extensa carrera en la “acera de enfrente”: en el Real Madrid. La temporada pasada, Sweet Lou, ya disputó el tramo final de la misma en el Caja Sol, ayudando a conseguir el subcampeonato en la Eurocup. Bullock es un súper-clase. Un jugador que con el paso del tiempo ha aprendido a dirigir a un equipo y a ser su alma mater, dejando de lado su faceta anotadora y de starlet.

El escolta norteamericano llega a un equipo herido. Un equipo que no ha funcionado en toda la competición y lo que es peor, un equipo que ha perdido su espíritu. El “Estu”  siempre ha sido un equipo con unas señas de identidad bien definidas. Probablemente la suya sea una de las mejores canteras del baloncesto nacional. Siempre se ha caracterizado por un carácter luchador. Un equipo que a pesar de las adversidades siempre ha dado lo mejor de sí mismo. Fue ese espíritu lo que le llevó a uno de sus mayores logros deportivos: La Final Four de la Euroliga en Estambul en 1992.

Desde entonces han pasado muchos años y el equipo madrileño, del que salieron entre otros el gran Fernando Martín o Alberto Herreros, se ha visto inmerso en una grave crisis económica lo que le ha llevado a poder fichar peores extranjeros. En sus mejores años el equipo tenía una excelente base de jugadores de cantera que se completaba con grandes extranjeros. Quien no recuerda a Pinone, Russell o Ricky Winslow. Por desgracia esto ya no sucede y el rendimiento de los jugadores llamados a marcar las diferencias ha sido mediocre.

Mención aparte merece la afición del Estu. La “Demencia” ha sido y es todo un ejemplo de comportamiento y de apoyo a una institución y a unos colores. Han sabido permanecer al lado del equipo en los peores momentos. En la victoria en muy fácil animar y dar la cara por unos colores, pero cuando vienen mal dadas lo más sencillo es criticar y abandonar la nave. Hasta el momento esta afición está con su equipo. Otra cosa será cuando finalice la temporada. Entonces será el momento para demostrar su enfado hacía los responsables de esta situación tan delicada. Hasta entonces lo único seguro es su apoyo incondicional al equipo.

Se me hace difícil imaginarme una Liga Endesa sin el Estudiantes, sin los cánticos de la Demencia retumbando en la cancha. Espero que logren reconducir la situación y permanecer en la élite.

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